Semanas difíciles en nuestro universo…
No eres capaz de comprometerte con alguna causa porque desde tu lado más egoísta no quieres formar parte de algo que te estorbe la vida...Solo reaccionas si un famoso, ayuda a “x” causa, quizás entonces quieras formar parte de ella. Y seguramente que hayas escuchado millones de veces el nombre de la organización, que habrás pasado cientos de días junto a la parada del autobús y alguien hambriento te pida comida, o visualizado un anuncio de televisión, pero JAMAS le prestaste atención.
Yo ahora quiero ser fría y distante contigo y llamarte IGNORANTE. Eres capaz de no ser crítico ni aportar tu opinión por miedo al ridículo, o como dicen los más “listillos” por falta de tiempo.
Estoy aquí para dar mi opinión, y cualquiera que lo desee puede hacerlo, escribiendo aquí, aportando su propia página al mundo internauta, o en cualquier medio de comunicación. Y quizás tú hoy te plantees contestarme, debatirme, explicarte. Pero no lo harás; hoy dormirás con tus preocupaciones diarias, como que me pongo mañana, no quiero ir a trabajar, aprobaré el examen…
Seguramente tu vida sea más buena de lo que tú la quieres pintar, pues somos nosotros los que incluimos más dificultades de las que ya existen.
Solo reaccionamos en situaciones límites, como un problema de salud, si sobrevivimos a un desastre natural…
Pero no lo harás porque sigues en esa burbuja llena de falsedades e hipocresía. Nunca te paraste a escuchar una llamada de ayuda, a contemplar una mirada de tristeza, a maravillarte con una sonrisa…
Entiendo que nuestro sistema capitalista nos lleva a vivir en un mundo de consumismo frenético y egoísmo inconmensurable. Pero esa no es razón suficiente para alejarse de lo que nos diferencia de los animales, el raciocinio.
Todos crecemos con una venda en los ojos, donde solo escuchamos nuestra voz, aunque oímos infinidad de cosas al día. Donde solo palpamos nuestro cuerpo, aunque toquemos millones de objetos y personas al cabo de unas semanas, donde solo sentimos nuestro dolor, aunque el llanto ajeno sature nuestros oídos.
Claro está que podemos ser uno más en este universo, como es el caso de la mayoría; o podemos ser realmente ÚNICOS.
Sí, estoy de acuerdo contigo que para tus seres queridos serás único, que para tus compañeros de trabajo serás alguien especial, que para el kiosquero de tu barrio eres el vecino del número 12… pero eso solo ocurre porque te conocen y crean un vínculo nada excepcional en el ser humano.
¿Sabes cuáles son esas personas que pasan realmente a llevar ese reconocimiento de ÚNICOS? Esas que aun embarcadas en este sistema, y metidas en la sociedad más destructiva y consumista que exista, un día DESPIERTAN, y entonces es posible que una familia o quizás una sola persona que jamás ha visto y nunca conocerá, derrame una lagrima de felicidad en su nombre, se le llenen los ojos de esperanza, y crea otra vez en las personas.
Hay tanta gente hoy cerca y lejos de ti esperando creer en las personas.
No solo se trata de una ayuda económica. Hay quien seguramente hoy necesitó tu ayuda en el trabajo, o quien esperó escucharte decirle gracias, también está el que deseó tu sonrisa, o quizás lo más valioso que poseemos, tu tiempo para desahogarse, pues se sintió solo o triste.
También cabe la posibilidad de que seas tú quien necesite una “gracias”, una sonrisa, un empujón o una ayuda económica. Pues entonces da el primer paso, PIDE AYUDA, pues sé que habrá alguien, dispuesto a ayudarte. Alguien ÚNICO.
Apuesta por las personas, serás un ganador.
Indhira R.
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