Gracias por estar aqui

Cada mañana nos despertamos pensando que es eso tan maravilloso que nos ocurrirá...te invito a que te plantees que eso maravilloso ya ha ocurrido, tu estas aqui...Bienvenido al mundo.



jueves, 13 de septiembre de 2012

Otoño inesperado

Y como un resfriado de verano llegó el otoño inesperado.
Helando mi cuerpo al tocarme, herizandome el bello al  rozarme.
Envolvió mi ser.
 Todo había cambiado, mi cabeza no encontraba el norte, los pies no hallaban el sur...
Sin sentido, me gusta el aroma a húmedo que desprende tu día, las mañanas tardías al despertar.
Me había despedido del verano sin percatarme de este nuevo comienzo ...

                                                          -Y que color miel!

Y aun con frio, sigo ebulliciendo por dentro al saber de tu presencia, conociendo tus colores, tus texturas, tus olores..


Al comenzar a notar tu llegada, dude de esperarte, de querer encontrarte, pero insistió el viento que te traía del norte y finalmente venció mi fortuna.

Pronto comprendi que eras pasajero, que igual que tu , pronto vendría el invierno...Entonces  marcaste tus normas , tus limites , para que no me confiara, para que jamás te añorara.
Me mostraste las heridas de tus tempestades. La bravura de tu océano, las lluvias torrenciales.




Pero adoro tu olor a fresco, tu andar lijero, tus susurros en la nuca paralizan mi cuerpo.
Así que empiezo a abrigarme, ya no me dejo llevar por lo que siento, porque aunque esas ráfagas de viento animen a un muerto, tu no me protegerás  del invierno, y cuando marches no querré que el frío congele mi aliento.

Por lo que querido otoño, aunque  me llenes de vida, luz ,energía, alegría, debo apreciarte pero no idolatrarte.
Y saltaré contigo en los charcos, pisare las hojas de tus parques, contemplare el mar desde la orilla, me arropare al creer que te arrimas..
Pero lo que no permitiré será que me ciegue tu luz anaranjada...esa que me encandila, que da color en mis pupilas.
Ni que tu frio traspase mi todo, me hiele por dentro y anule mi cuerpo.
Solo me dejaré llevar cuando tu aguacero inesperado  me moje la cara, con esas pequeñas gotas que se cuelan por el cuello de la camisa y recorren mi espalda.

Te daré las gracias por aparecer de nuevo, por hacer sentir nuevamente mi cuerpo. Por refrescar y alegrar este verano soñoliento.




Hoy agradecida por el otoño que me espera...


Indhira.R.