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Cada mañana nos despertamos pensando que es eso tan maravilloso que nos ocurrirá...te invito a que te plantees que eso maravilloso ya ha ocurrido, tu estas aqui...Bienvenido al mundo.



lunes, 19 de diciembre de 2011

Dale un descanso a tu Dios.


Destruye al Dios como todopoderoso, destruye el mito que te inculcaron de pequeño.
Evita caer en la trampa de aquel que jamás conociste y posee los dones que siempre quisiste.
Dale una oportunidad al ser.
No espero que si eres creyente olvides tu fe, solo te pido que abras un poco los ojos a la fe del prójimo.

Llegan las fechas en las que "todo dios es santo", todo hijo de vecino tiene corazón, todo aquel del que no te acuerdas viene a tu memoria y te parece bendito, amigo, "buena gente"....
Sal de las trampas navideñas, del amor sin condición, del regalo por compromiso, del regalo del Rey, de Papanoel, de Janica ...
Ten coraje para regalar el amor a quien realmente lo merezca , a quien te brinda su confianza , al que despierta tu simpatía.
No sucumbas a las reglas de poder.
Cuida del amor de los demás los 365 días del año, haz un esfuerzo por sincerarte contigo mismo y valorar a quien le mandas tus mejores deseos.
No pidas que sean sinceros contigo mientras tú no lo seas. Puede que descuides a quien más te aporta, al que más te ayuda, al que más te ama.

A caso no creer en un ser espiritual y regalar nuestra fe a alguien físico, o incluso a nosotros mismos tiene que ser un crimen?
Si esto te parece una desfachatez haz la prueba. Durante un día cree en ti, en tu fuerza, en tu coraje, en el valor de tu madre, en la ilusión que mueve a un amigo... Cree y deposita tu confianza, tu alegría, tu animo en el que te envía vibraciones positivas.
Todo aquel que si crea en un Dios, en un ser espiritual de manuscritos, hoy se llevara las manos a la cabeza. Aunque no creo que  su dios estuviera en desacuerdo en lo que escribo. Creo que uno de sus fines era que nosotros fuésemos capaces de amar al prójimo como a nosotros mismos, de creer en él y en nosotros, en nuestra valía, nuestro poder, nuestra divinidad como seres vivos.
Y puede que me lo agradezcas, o incluso puede que sea tu Dios el que me dé las gracias, pues quizás por fin se tome un descanso.

Hoy te invito a ser divino....